Esplendido día de otoño en Bolarque

amig@s:

Vista del náutico desde el mirador

 Ayer sábado  ya teníamos ganas, entre trasvasazos y generación eléctrica,  ademas del tiempo, que no ha acompañado, por fin, pudimos disfrutar de un esplendido día de navegación por el Lago Bolarque:
El día comenzó, con la incertidumbre de si podríamos navegar, la previsión meteorológica  era estupenda, consultamos la pagina web de la CHT, (su servicio SAIH, Estado de los embalses en tiempo real), cundía el desanimo, 24 Hm3, es decir, un 74% de su capacidad, limite, donde la lamina de agua, no cubre la rampa lo mínimo suficiente, para botar nuestra Capelli Cristal 400.

El Lago cerca de aguas abajo de Entrepeñas

El peñote

 Bajamos con miedo de perder, otro maravilloso día de disfrutar de los paisajes, tan increíbles  inéditos, que la desconocida baja Alcarria, tiene protegidos de los domingueros y que solo les atrae y enamora, cuando alguien del lugar, o que ya lo ha conocido, les trae a conocerlos.

El lago Cristalino, naturaleza salvaje

Llegando al paraje de Anguix

 En ese momento, seguramente, Gas Natural Fenosa, estaba produciendo energía de la cara, invirtiendo el proceso de producción tradicional, y trayendo agua de la Bujeda hacia Bolarque, consiguió, elevar la lamina de agua, unos centímetros  suficientes, para hacer la maniobra de botadura (Hemos conseguido, un nivel de habilidad, para estos menesteres, digna de elogio, por los curiosos, que nos observan).

Insuperable belleza

Naturaleza virgen

 De inmediato, nos disponemos a navegar, enfilamos las aguas cristalinas, que dado la época del año, se encuentran a 17ºC., nos fijamos rápidamente  que dado la falta de viento, la lamina de agua, hace efecto espejo y la visión es espectacular, dado que como podéis imaginar, el Tajo, al estar encajonado en todo la superficie del Lago Bolarque, produce la duplicidad visual de sus paredes rocosas y llenas de vegetación, sencillamente hermoso.

El castillo Anguix, observa los buitres leonados

Navegando, lo que se dice navegando, ya no queda nadie, únicamente  pescadores en zodiac y/ó embarcaciones al efecto, que por lo que observamos, se están poniendo las botas, con la cantidad de capturas, que en el trayecto hasta el Castillo de Anguix, hemos podido observar.
En verano, fondeas y desembarcas en algunas de las playitas que se forman, pero ahora no hace falta, el sol ya no calienta como entonces y puedes disfrutar mejor de él, dentro de la embarcación, el moreno que consigues es espectacular y natural.
Pasa el tiempo volando, nos tomamos un refrigerio, aperitivo y procedemos a volver hacia el Náutico de Bolarque.
La brisa, que curte nuestras pieles es sensacional y cuando llegas al citado Náutico  donde se encuentra la rampa de botadura, sencillamente, ya te pones a pensar, cuando será la siguiente ocasión de poder disfrutar de este maravilloso entorno.

La piscina de la Hipica

De vuelta a nuestra parcela, hacemos una parada obligatoria, el Restaurante de la Hípica  dentro de la Urbanización Nueva Sierra, donde degustamos de un estupendo almuerzo.
Todo un regalo, para recargar pilas, de cara a los sufrimientos del día a día en la gran ciudad.